Muchas lesiones son impredecibles, pero algunas se podrían evitar con un calentamiento adecuado. Este principio resulta fundamental en cualquier actividad deportiva, ya que prepara el cuerpo (músculos, tendones, articulaciones y aparato circulatorio) antes de entrar en una dinámica de esfuerzo, hasta el punto de hacerlo incluso más llevadero y beneficioso. El calentamiento debe durar alrededor de quince minutos.
Recuerde tres cuestiones: Practique deporte de forma regular. Mejorará su salud general y su forma física y psicológica. Hay deportes adecuados para todas las edades. Comience el calentamiento sin movimientos bruscos. Poco a poco, ganará en flexibilidad.
Trote suavemente durante unos tres minutos para conseguir el tono muscular adecuado.
Ejercicios de calentamiento
- Respiración abdominal: inspire profundamente y después espire lentamente. Repita diez veces.
- Giro de cabeza: hacia los lados, lentamente. Tres giros completos.
- Elevación de hombros: lleve los hombros hacia la cabeza en dirección a las orejas e inspire; después, deje caer los hombros suavemente y espire. Cinco veces.
- Flexión y extensión de piernas: levante una rodilla hacia el pecho tan cerca como pueda. Baje esa pierna y suba la otra. Tres veces con cada pierna.
- Giro lateral de rodillas: tumbado de espaldas con las rodillas flexionadas y los brazos estirados hacia los lados y las palmas boca abajo, gire ambas rodillas hacia un lado al mismo tiempo que mueve la cabeza hacia el lado opuesto. Repita tres veces.
- Curvatura de la espalda: dese la vuelta y apóyese sobre las manos y las rodillas, curve la espalda hundiendo la cabeza hasta tocar el pecho con la barbilla, y enderécese levantando la cabeza. Tres veces.
- Flexión de brazos: tumbado boca abajo y apoyado sobre manos y pies, en plancha, baje hasta tocar el suelo con el pecho antes de elevarse de nuevo. Realice tres series de cinco, diez y quince repeticiones cada una con intervalos de descanso.
- Extensión de piernas: de espaldas y con las rodillas flexionadas deje que una pierna resbale hacia delante, extienda el pie y eleve la pierna estirada sin doblar la rodilla. Baje lentamente. Tres veces con cada pierna.
- Flexión de tronco, sentado: con las piernas separadas en forma de uve, junte las manos y dóblese por la cintura intentando coger las puntas de los pies. Mantenga la tensión y vuelva a la posición inicial. No menos de cinco veces.
- Flexión del tronco, de pie: con las manos en la cadera, inclínese lentamente hacia delante. Después, dóblese hacia atrás. Tres veces.
- Posición del arado: tiéndase de espaldas boca arriba con las rodillas flexionadas y los brazos a los lados con las palmas boca abajo. Levante las piernas, llevándolas hacia atrás y doblando la espalda, como si quisiera colocar los pies detrás de la cabeza hasta que toquen el suelo. Si no llega, no fuerce, y mantenga es postura durante unos segundos.
- Flexión de tronco con extensión de piernas: de pie, extienda una pierna y apoye el pie sobre una mesa. Doble la cintura hacia delante intentando coger el pie con ambas manos, pero sin forzar. Cuando llegue a coger el pie, tire de los dedos suavemente hacia atrás. Mantenga la tensión unos segundos en cada pierna.
- Empiece a trotar suavemente: Primero con el talón, y nunca con las puntas de los pies. Mantenga las manos por encima de la cintura con los codos flexionados, un poco hacia fuera sin apretar los puños, vaya relajado, suelto, y poco a poco irá cogiendo estilo.
- Ya puede hacer el deporte que más le guste. Elija una actividad con la que disfrutar, de modo que su práctica no se convierta en un calvario o en motivo de estrés.
Vía:http://revista.consumer.es
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