Los afectados eran hombres jóvenes, siendo inmunes los niños y los ancianos; aparecían de forma repentina escalofríos nocturnos y accesos febriles, que se acompañaban de dolores de cabeza, palpitaciones, náuseas y ahogos, siendo lo más característico una grandiosa sudoración seguida de una erupción cutánea acompañada de manchas o llagas; en los casos leves los síntomas remitían a las 24 horas, mientras que en los graves se complicaban con delirios, parálisis y somnolencia; en dos semanas el brote desaparecía de la zona afectada. El último brote de esta misteriosa enfermedad se produjo el año 1551, hasta hoy.
Otra misteriosa epidemia acompañó a los horrores de la peste negra: el "tarantismo". Las gentes bailaban semidesnudas en grupos, cantaban por las calles, gritaban hasta la extenuación y al cabo de varias horas, se derrumbaban sobre el suelo. Esta epidemia también recibió los nombres de "plaga de la danza", "danza sagrada", "baile de San Vito" o "baile de San Juan". Hoy sabemos que el tarantismo fue una epidemia psíquica que hasta entrado el siglo XVII afectaba a las masas en épocas de desgracia.
Fuente: Sitio especializado en: Cirugía Pediátrica - en: Infomed.