Describen tres nuevas variantes genéticas asociadas a la enfermedad ósea de Paget
La enfermedad ósea de Paget posee un importante componente genético, por lo que se encuentran casos conocidos en el 20-40% de las familias que la padecen. Después de varios años de investigación, los expertos saben que algunos pacientes tienen una mutación en el gen del sequestosoma (SQSTM1), aunque este daño no es concluyente, ya que una gran proporción de pacientes no lo posee.
El equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) ha analziado a 1250 pacientes de España, Escocia, Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia e Italia con enfermedad de Paget, pero sin dicha mutación, y ha realizado un estudio del genoma, que ahora publica la edición on line de la revista Nature Genetics. El objetivo, encontrar los genes que podrían causar esta condición.
Los resultados muestran tres nuevas variantes genéticas en tres genes -CSF1, OPTN y TNFRSF11A- que codifican proteínas implicadas en el metabolismo celular del hueso y que, por tanto, pueden ser considerados como asociados a la enfermedad. Además, esto confirma que los genes desempeñan un papel crucial en su desarrollo, que explica por qué hasta el 40% de los pacientes tiene antecedentes familiares de esta afección.
“Los efectos de estos genes son tan poderosos que podrían ser de verdadera utilidad en la detección de riesgo de la enfermedad. Si fuéramos capaces de intervenir en una fase temprana con terapia preventiva, guiada por perfiles genéticos, sería un gran avance", explica Stuart Ralston, director del estudio e investigador en la Universidad de Edimburgo.
Dos de los genes descubiertos son conocidos por estar involucrados en la regulación de la velocidad en la que el hueso se repara. El tercer gen, aunque antes no se pensaba que estuviera implicado en la reparación ósea, probablemente también desempeña un papel en este proceso.
“Una de las características importantes de este estudio es que se ha validado en pacientes de procedencia geográfica diferente, lo que confirma aún más los resultados”, subraya a SINC Javier Pino, otro de los autores del trabajo e investigador en el Hospital Universitario de Salamanca, quien lleva más de 15 años en el estudio de esta enfermedad.
Los autores quieren ahora profundizar en el conocimiento de la enfermedad, abrir camino para futuras investigaciones, y detectar a las personas que puedan tener la alteración genética antes del desarrollo de la enfermedad de Paget. El conocimiento de los mecanismos de esta enfermedad permitiría encontrar dianas terapéuticas futuras.
Sobre la enfermedad de Paget
La enfermedad ósea de Paget es frecuente entre la población de más de 50 años, y se calcula que entre el 1-2% de la población mundial la sufre. Según los estudios realizados, afecta a más personas en Reino Unido que en cualquier otro lugar del mundo.
En España se calcula algo inferior al 2%, aunque en algunas zonas geográficas, como Castilla-León, Castilla La Macha y Madrid, hay focos de alta prevalencia que pueden llegar hasta el 5-7% de la población de esa edad.
La enfermedad produce una alteración ósea, con deformidad del esqueleto, que puede complicarse con compresiones del sistema nervioso, deformidades articulares que conducen a discapacidad y disminución de la calidad de vida. Los tratamientos actuales permiten detener el avance de la enfermedad, pero no solucionar las deformidades existentes, por lo que se mantienen los problemas de discapacidad y calidad de vida.
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Referencia bibliográfica:
Omar M E Albagha, Micaela R Visconti, Nerea Alonso, Anne L Langston, Tim Cundy, Rosemary Dargie, Malcolm G Dunlop, William D Fraser, Michael J Hooper, Gianluca Isaia, Geoff C Nicholson, Javier del Pino Montez, Rogelio Gonzalez-Sarmiento, Marco di Stefano, Albert Tenesa, John P Walsh & Stuart H Ralston. “Genome-wide association study identifies variants at CSF1, OPTN and TNFRSF11A as genetic risk factors for Paget’s disease of bone”. Nature Genetics, 2 de mayo de 2010.