El footing es una de las mejores maneras de mantenerse en forma sin necesidad de un gran esfuerzo físico. Aún así, no todo son ventajas en la práctica de este ejercicio. Hay algunos inconvenientes que debemos conocer.
- Este ejercicio contribuye al descenso del colesterol, los triglicéridos y de la presión arterial
- También estimula la formación de los huesos y fortalece los músculos
- Pero no todos son ventajas. Su práctica también tiene algunos inconvenientes
El footing es una de las mejores maneras de mantenerse en forma sin necesidad de un gran esfuerzo físico. Aún así, no todo son ventajas en la práctica de este ejercicio. Hay algunos inconvenientes que debemos conocer.
(REUTERS)
Hasta los expertos sufren lipotimias...
Cada año, poco después de las Navidades y conforme el buen tiempo va haciendo acto de presencia, el ciclo de la vida humana vuelve a repetirse. Miles de personas se echan a las calles, gimnasios o parques más cercanos con dos posibles objetivos: mantenerse en forma y/o rebajar el flotador adiposo o las cartucheras, manifestando un comportamiento animal típicamente humano llamado "Operación bikini". Este comportamiento consiste en acumular grasa durante el otoño y parte del invierno e intentar perderla (no siempre se consigue) durante el final del invierno y la primavera. Una forma de actuar similar podemos encontrarla en algunos osos, aunque ellos acumulan grasa durante el otoño para ir quemándola (con mucho éxito) durante el invierno.
Uno de los métodos más escogidos a la hora de mantenerse en forma o rebajar unos kilos de más es el footing. Al tratarse de un ejercicio de intensidad leve-moderada durante un intervalo de tiempo relativamente largo (ejercicio aeróbico), pueden practicarlo casi todas las personas, incluso los ancianos (con sus debidas precauciones). Además, tiene la gran ventaja de poder contemplar el paisaje mientras se realiza, lo que evita (hasta cierto punto) que se convierta en una tarea aburrida.
Los beneficios del footing se han probado en multitud de estudios. Contribuye al descenso del colesterol y los triglicéridos y de la presión arterial, estimula la formación de hueso (reduciendo el riesgo de osteoporosis), fortalece los músculos y mejora el estado del corazón (disminuyendo la frecuencia cardiaca en reposo). También es una ayuda para combatir el estrés y subir el estado de ánimo.
Así, no es ninguna sorpresa comprobar que la esperanza de vida en aquellos que realizan footing con regularidad es sensiblemente mayor que en aquellos que no lo realizan. Esta esperanza de vida mayor se debe, sobre todo, a una disminución en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Aunque también hay que tener en cuenta que los que lo practican regularmente suelen cuidarse más también en otros aspectos (dieta equilibrada, ausencia de drogas, etc.).
Aunque, como hemos comentado, los beneficios del footing son evidentes, no está exento de ciertos riesgos que hay que conocer. Además, aún no se conoce bien la intensidad, la frecuencia y la duración óptimas para realizar este ejercicio físico con el mayor beneficio y las máximas garantías para cada tipo de persona.
Los riesgos del footing y cómo prevenirlos
Si eres novato, nunca comiences con intensidad
Buena parte de las personas que comienzan a practicar footing llevan mucho tiempo siendo sedentarias. Algunos de ellos se estrenan con este ejercicio físico con total intensidad, lo que puede dar lugar a problemas de salud más o menos graves, desde problemas musculares a cardiacos. Si eres nuevo en la práctica de este ejercicio, comienza con sólo 10 minutos al día (2-3 veces a la semana) para posteriormente ir aumentando cinco minutos más por cada semana hasta llegar a media hora de footing al día. Con aproximadamente 3-4 sesiones de 30 minutos diarios de footing estarás realizando el ejercicio físico suficiente para mantenerte en buen estado físico.
No te olvides de los calentamientos y estiramientos
Aunque el footing sea un ejercicio físico de intensidad leve-moderada, siempre pueden aparecer problemas como contracturas musculares y lesiones en las articulaciones por no haber realizado calentamientos. Comienza haciendo unos estiramientos de los músculos de las piernas y, posteriormente, haz footing con un trote lento, para ir poco a poco aumentando la velocidad.
Ojo con el calor del verano
Las altas temperaturas del verano pueden estropear el placer de una buena sesión de footing, como le ha ocurrido recientemente al presidente francés Sarkozy. Si se quieren evitar las lipotimias (también llamados síncopes vasovagales por el calor), no se debe practicar footing en las horas del día más calurosas (en torno al mediodía). También es importante llevar agua para hidratarse constantemente (si se va a sudar mucho, mejor bebidas isotónicas) y así combatir la pérdida de líquidos. Aquellas personas que tienen más dificultades con el calor (los niños y los ancianos) deben tener especial cuidado en cumplir los pasos anteriores.
Las rodillas y los tobillos, los grandes perjudicados
La principal desventaja del footing es que supone un estrés físico considerable para las articulaciones de las rodillas y los tobillos (especialmente para los cartílagos) que tienen que soportar los impactos de la marcha y el peso del cuerpo. Por eso, sobre todo en personas con más de 30 años, se recomienda limitar el tiempo de las sesiones de footing a media hora, 3-4 veces por semana. También es muy recomendable realizar el footing, si es posible, en terreno blando (hierba, césped, tierra...) para suavizar los impactos en las piernas.
Aquellas personas que tienen algún problema en las rodillas o en los tobillos no deben realizar este ejercicio. En su lugar, la natación y la bicicleta son deportes mucho más adecuados para ellos.
Atención a la espalda
El dolor de espalda es un síntoma frecuente entre aquellos que practican rutinariamente el footing. Este ejercicio puede ejercer cierto estrés físico sobre la espalda (no es especialmente recomendable en aquellos que tengan problemas en esta zona). Una buena forma de evitar esto es realizar abdominales antes de la práctica del footing. Fortalecerás los músculos y evitarás la aparición del dolor de espalda.
Hay que tener también en cuenta que un calzado inadecuado para el footing puede desencadenar a la larga problemas de espalda. Asegúrate de ponerte el calzado adecuado (para marcha o para correr) cuando vayas a practicar footing.
Cuidado si tienes problemas del corazón
Aunque muchos expertos aconsejen el footing como una medida saludable en ciertas personas con problemas cardiacos, es difícil establecer el límite entre lo que puede ser sano y lo que puede ser arriesgado. Por ello, si tienes algún problema del corazón, es aconsejable una prueba de esfuerzo cardiaco para conocer cuáles son tus límites y saber en qué grado puedes practicar footing o cualquier otro deporte. En muchos casos, un trote leve suele ser beneficioso. Cuando esto no es así, se recomienda simplemente dar largas caminatas.
Las muertes súbitas y las arritmias desencadenadas durante la práctica del footing no son raras en la literatura médica, por eso es importante que aquellas personas con problemas del corazón evalúen antes su capacidad de esfuerzo.
Vía: http://www.soitu.es