El que esté pendiente de la prensa en la sección de salud, habrá notado el incremento de noticias acerca de los dolores de espalda, tanto lumbares como cervicales, como por ejemplo: El ordenador dispara los problemas de espalda, que afectan al 30 por ciento de los españoles (en la Vanguardia), la lesión de espalda del jugador de fútbol Higuaín (en el Mundo) y la del entrenador de fútbol Pep Guardiola (la Vanguardia), la mochila que evita el dolor de espalda (La Razón), más de la mitad de niños españoles sufren dolores de espalda antes de los 15 años (El Periódico), cuatro de cada diez empleados catalanes sufren dolor a causa del trabajo (El Periódico). Nos plantean serios problemas laborales, pérdidas económicas para los empresarios, disminución de la producción laboral, problemas graves de salud... verdaderos quebraderos de cabeza. Y todo esto se podría solucionar con algo tan simple pero a la vez tan difícil como mantener una buena postura.
Durante el curso de Bobath, pudimos ver, experimentar y definir la buena postura, la postura "ideal" y los componentes que la forman. Éstas valoraciones y observaciones, las podemos aplicar en todos los ámbitos de nuestra vida diaria, laboral, actividades ociosas, etc. previniéndonos sufrir ésta grave dolencia que "arrastraremos" el resto de nuestra vida.
El concepto Bobath, no sólo se trata de una especialidad en neurología, sino que puede llegar a abarcar la gran mayoría de campos de la fisioterapia (traumatológica, reeducación postural global, reumatológica, geriátrica etc.).
Con ello, el concepto define el "mecanismo de control postural normal" como: dirigido por nuestro sistema nervioso, responsable de nuestra forma de estar y del movimiento que desarrolla el cuerpo. El control postural, está regulado por varias partes del cuerpo humano especializadas en tres grandes grupos, la sensibilidad, el tono y la inervación recíproca.
1.- La sensibilidad: Antes de iniciar el control de una buena postura, necesitamos información del entorno que nos rodea, y para ello se encargan una serie de receptores (son neuronas especializadas) que reciben y envían estímulos tanto extrínsecos (fuera de nuestro cuerpo) como intrínsecos (dentro) a nuestro Sistema Nervioso Central (el cerebro). Por tanto podemos clasificarlos con la premisa de dónde proviene la información, llamándoles exteroceptores y propioceptores.
Podemos nombrar los exteroceptores que informan a nuestro cerebro sobre circunstancias que ocurran fuera de nuestro cuerpo, como son: Ojos, orejas, nariz, lengua, receptores de presión en la piel, termoreceptores (receptores de la temperatura y nociceptores (receptores del dolor).
Y podemos enumerar los propioceptores, donde se ubican y su función:
- Husos musculares: receptores situados dentro de la estructura del músculo que se estimula ante un estiramiento. Mide la longitud (grado de estiramiento) del músculo, el grado de estimulación mecánica y la velocidad con que se aplica el estiramiento.
- Órganos tendinosos de Golgi: receptor situado en los tendones y se encarga de medir la tensión desarrollada por los músculos. Fundamentalmente se activa cuando se produce una tensión peligrosa, formando parte de un mecanismo de protección, que relaja la tensión ejercida por el músculo que "tira" demasiado del tendón para evitar su rotura. El mecanismo se denomina reflejo miotático inverso.
Husos musculares y Órgano Tendinoso de Golgi
- Receptores de presión en la articulación: la presión deforma la piel, y activa dichos receptores enviando información al cerebro, interpretando donde existe la presión (por ejemplo, al estar de pie, las articulaciones como los tobillos o rodillas están sometidas a la presión de todo nuestro cuerpo, enviando información al cerebro que la interpretará), sobretodo influenciada por la gravedad.
Varios receptores en la articulación
- Receptores vestibulares:
Están localizados en el oído interno en el laberinto posterior, y se encargan de dar sentido de movimiento de nuestro cuerpo respecto al entorno en el que estamos, enviando información al cerebro ante cualquier cambio de posicionamiento, en todos los planos y ejes del espacio.
Desempeña una serie de funciones primordiales para nuestro equilibrio (y por tanto postura), dando orientación y seguridad en nuestros desplazamientos, así como un campo visual estable y el estado de alerta que necesitamos por si ocurre cualquier contratiempo.
- Nociceptores:
Encargados de la percepción de lo nocivo, o en otras palabras, de lo que entendemos por dolor. Detecta estímulos mecánicos, químicos y térmicos que podrían dañar nuestros tejidos y así interpretar y reaccionar ante ellos.
La razón que sea tan desagradable sirve para que el cerebro interprete y dedique toda su atención al evento que amenaza a nuestro cuerpo y repararlo de inmediato.
2.- El tono:
Básico para una buena postura, y es que el tono postural es diferente del tono muscular (tensión que ejercen las fibras en el músculo), me explico.
El tono postural es la fuerza reactiva que desarrolla nuestro organismo para vencer otras dos, la de la gravedad y la de nuestras estructuras internas (como huesos, órganos, músculos...).
Bobath lo describía de ésta manera: "Debe ser suficientemente alto para actuar en contra de la gravedad, y suficientemente bajo para permitir el movimiento".
Por ello, podemos desarrollar la idea de un tono postural muy alto, dará lugar a una estabilidad (de la articulación, de un miembro, etc.) mientras que un tono postural bajo servirá para realizar movimientos más selectivos. Por ello, si ponemos como ejemplo la escritura, debemos reajustar constantemente el tono postural de los dedos, mano y muñeca, para así poder caligrafiar correctamente las letras (sino probad de escribir con tensión en la mano en general).
3.- La inervación recíproca:
El concepto viene descrito como la modulación del sistema nervioso, excitando o inhibiendo las neuronas que decida éste, con el fin de tener una interacción lo más armónica posible en la actividad que se decida realizar. Como por ejemplo, al doblar el brazo, activamos el bíceps e inhibimos el tríceps, porque si se hiciera al mismo tiempo, no se podría llegar a hacer el movimiento. En resumen, podría ser una coordinación entre las diferentes señales que provienen del sistema nervioso incidiendo en el muscular.
Por tanto, la importancia que tiene éste apartado en nuestra postura sería la regulación y coordinación de las señales del sistema nervioso que nos ayuda a mantener el equilibrio entre la musculatura con el fin de conservar una buena estabilización.
La alteración de cualquiera de éstos apartados descritos, generan la disonancia (no armonía) del cuerpo humano, generando lesiones, malestar y patologías que con una buena rehabilitación, prevención, tratamiento y enfoque suelen mitigar.